Esta pasta de bocaditos rara vez falta en una fiesta de cumpleaños en Miami. En algún momento no faltaba tampoco en Cuba, pero sabrá dios si por allá aparece, ya no una lata de jamón del diablo sino, un pedazo de jamón con qué hacerla.

Me han contado amigos y familiares que ahora en Cuba la hacen con macarrones cocinados y sazón en polvo para sopas. La verdad no he intentado hacerla así.

En los cumpleaños cubanos suelen servirse también croquetas de jamón, aunque pueden ser de pollo o carne; pastelitos; ya sean de guayaba, de guayaba y queso, de queso o de carne; ensalada fría, de jamón o de pollo; y un pedazo de cake con mucho merengue.

Cuando yo era chiquita en los cumpleaños para niños solía servirse todo esto en una cajita de cartón de 18 cm X 10 cm X 10 cm, como las que te dan en las dulcerías cuando pides uno o dos dulces para llevar. Todos los sabores se mezclaban ahí dentro y teminabas comiendo un bocadito de pasta embarrado de merengue y una croqueta con mayonesa de la ensalada fría. Y creánme que no era desagradable. Muchos recordamos esa mezcla de sabores con nostalgia, aunque nos hubiera gustado más comernos más de una pieza de cada cosa, que era el objetivo mayor detrás de la cajita.

La pasta de bocaditos la puedes servir con este pan dulce tipo hawaiano, o con galletas saladas. La pasta más rica del mundo la hacía mi padrino cuando yo era chiquita. Recuerdo que le quedaba de color mostaza. Pero él ya no está y nunca nos pasó la receta. Era casi como un paté.

Esta es una receta cubana muy fácil de preparar. Yo te recomiendo que la prepares con antelación y la guades en el refri unas horas para que no se desborde mucho la pasta y te sea más fácil armar los bocaditos.

Con esta receta también puedes hacer discos voladores de pasta de bocaditos o ponerlos en una sándwichera de esas que sella el borde del pan al prensarlo.

Muchas veces mis amigos de otros países o mis mismos paisanos me preguntan cómo se hace, así que aquí te va mi receta.